jueves, 18 de junio de 2009

Razas y temperamentos

Las razas que pueden ser potencialmente agresivas si no son bien educadas y socializadas son:

Lasa Apso: Pueden ser malhumorados con los niños.
Caniche miniatura: Muerden por miedo, pierden fácilmente los estribos.
Dachsund: Tienen muy poca paciencia.
Rhodesian Ridegeback: Raza dominante.
Pinscher Miniatura: Mentalidad de “perro grande” en un cuerpo pequeño.
Pequinés: Intolerante. Tienen muy poca paciencia.
Chihuahua: Prefieren los adultos. No les gustan los niños.
Chow Chow: Perro de una persona. No toleran los cambios de dueños. Muerden sin avisar.
Schnauzer Gigante: Muy dominante, pueden incluso desafiar a los adultos.
Viejo Ovejero Inglés: Muy protector de sus humanos.
Cocker Spaniel: Muy protector de sus humanos.
Rottweiler: Muy protector de sus humanos y hogar.
Doberman: Muy protector de sus humanos y hogar, incluso de los objetos.

En cambio, hay razas que tienen una inmerecida fama:


Pastor Almán: Se llevan muy bien con los niños.
Bulldog: Juguetón y tranquilo.
Rottweiler: Pueden aprender a ser delicados. Muy afectuosos.
Doberman: Extremadamente afectuosos y juguetones con sus humanos.
Gran Danés: Afectuosos y sumisos.
Boxer: Se llevan muy bien con los niños.
Bull Mastiff: Muy dócil.

En cuanto a los “Pit bull” se supone que en realidad esa raza no existe. Generalmente, los llamados “pit bulls” son una cruza de bulldogs y terriers. También se conoce por este nombre a la versión americana de los Staffordshire Terriers. Aunque algunas asociaciones lo reconocen como raza, la FCI no lo ha aceptado aún.

La mayoría de “pit bulls” no son agresivos por naturaleza, todo lo contrario, son delicados, juguetones y muy cariñosos. Sin embargo, están los que han sido criados como perros de peleas clandestinas, aunque aún entonces, son más agresivos hacia otros animales, especialmente perros, y no tanto hacia las personas. Los “pit bulls” que sí son peligrosos son aquellos que han sido victimas de abusos y de negligencia, entre las que se incluyen tener que cazar su propia comida, (dándoles presas vivas para que las maten y las coman), electroshocks para “mantenerlos furiosos” y vivir confinados a un cajón o jaula cubierta, sin poder ver siquiera lo que hay más allá de los abusos y maltratos. Estos son animales traumados, mentalmente enfermos y muy peligrosos, tanto como para sus “dueños” como para otras personas.