jueves, 19 de marzo de 2009

La llegada de un bebé: Un animal de compañía

El perro y el bebé

La mayoría de llos animales de compañía, necesitan atención adicional cuando una familia introduce un nuevo bebé en la casa. A los perros en particular, puede resultarle confuso e invasivo cuando un "nuevo miembro de la jauría" entra en la escena. Un perro se socializa en jaurías lineales, lo que significa que considera que algunos miembros son dominantes y otros son sumisos, respecto de su propia posición. Inicialmente, un perro probablemente sienta que el bebé se encuentra en un orden inferior en la manada, y podría demostrar comportamientos dominantes. Observa signos de agresión, tales como gruñidos, orejas abajo o pegadas contra la cabeza, o hincarse. Los perros que forman lazos muy profundos con sus responsables también podrían deprimirse y negarse a comer.

El gato y el bebé


Los gatos, siendo menos sociables que los perros, podrían elegir ignorar por completo al bebé. Ellos no se socializan en manadas, por lo que no tienen necesidad de mostrar agresión. Para ellos, la peor parte de vivir con niños es el ser molestados. Sin embargo muchos gatos forman lazos muy fuertes con sus responsables y podrían sentirse rechazados. También los gatos pueden negarse a comer.

Si observas comportamientos agresivos en tus animal de compañía, corrígelos rápidamente, pero sin castigarlos. Un comportamiento serio de agresión debería discutirse con un especialista.

Preparando a los animales de compañía

Antes de traer al bebé del hospital, los futuros padres deberían permitir que sus animales de compañía ingresen a la habitación del niño, y que investiguen la cuna y cualquier mueble nuevo. Si hay polvos para bebés, u otros olores, las animal de compañía eventualmente los asociarán con el bebé. Permite que exploren los aromas. Lo mejor, sin embargo, es mantener a las animal de compañía fuera de la habitación del niño una vez que el bebé llegue a la casa. Con cuidado, permite que la animal de compañía vea y huela al bebé. Los padres que sienten miedo y rápidamente alejan al bebé cuando el perro o el gato se acerca, inadvertidamente les envían el mensaje de que el bebé es una amenaza.

Compartir tu tiempo con ellos

Planifica el pasar tiempo con tus animales de compañía. Hazles saber que no han sido reemplazados. Las animal de compañía pueden temer el abandono o el rechazo cuando el foco es cambiado hacia el bebé. Llévalos en paseos frecuentes, o juega a lanzar y recobrar con tu perro, o a los juegos favoritos de tu gato. Dales tiempo personal, solo tú y ellos.

Incluso con estas precauciones, algunas animal de compañía podrían no acostumbrarse nunca a los niños. Al igual que la gente, ellos aceptan o no. Si una animal de compañía es criada alrededor de niños, por lo general no habrá un problema de comportamiento. Si la animal de compañía jamás hubiera visto una "personita" antes en su vida, es posible que tengas que supervisar más de cerca la interacción entre ellos. Además, si tienes una animal de compañía que alguna vez fue molestada o maltratada por un niño en el pasado, deberás también tener paciencia para superar cualquier posible trauma que le hubiera quedado.

Cuando los bebés van creciendo

A medida que tus niños crecen, se hace imperativo que aprendan cómo debe respetarse y tratarse a la animal de compañía familiar. Deben saber que las animal de compañía sienten dolor, y se sienten solos cuando no hay nadie, tal como le sucede a la gente. Felicita a tus niños por tratar con suavidad a las animal de compañía, y corrígelos cuando muestren un juego brusco o poco cuidadoso hacia ellas. Los niños deben aprender que los perros cazan, pastorean, agarran, y buscan por naturaleza. Jugar a agarrarle la cola o correr por el jardín puede ser una invitación para que el perro lo persiga y le brinque, una respuesta totalmente natural para un perro.

Recuerda que, en muchos casos, tus animales de compañía fueron tus primeros "bebés". Ellos no comprenden completamente lo que está sucediendo. Encuentra formas para demostrarles que los amas tanto como siempre. Ve con ellos de paseo o pasa tiempo en el jardín durante las tardes. Haz de la hora de su comida momentos especiales para que estén contigo. Sólo un poco de afecto logra grandes cosas cuando se trata de hacer felices a tus animales de compañía

AUTOR: DESCONOCIDO

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